Mis arreglos para orquesta típica
Siempre consideré que mis obras, así como lo que toco en el piano, quedan a dos o tres metros del piano, y no van más lejos.
Por eso es un gran honor el hecho de que la Biblioteca Nacional y TangoVia Buenos Aires decidan la publicación de mis arreglos. Este hecho inesperado me da una gran satisfacción.
Hay que considerar que el arreglador en realidad es un múltiple compositor, ya que sobre la base de una melodía, debe desarrollar otras melodías, otros ritmos, otras cosas para que realmente se justi que ese arreglo.
Cuando hago un arreglo, en primer lugar mantengo un profundo y permanente respeto por la melodía y nunca descuido el leitmotiv de la obra, que tiene que ser identi cable. Y tampoco me olvido del género sobre el que estoy trabajando, porque si anunciamos que vamos a tocar un tango o una samba o cualquier otro género, debe aparecer con claridad, debe ser evidente.
Y por último, trabajo con una armonía libre, es decir no me propongo nunca en ninguno de los casos hacer arreglos difíciles o fáciles, todo debe surgir con espontaneidad. Los arreglos son pro- ducto de un estado de ánimo, de un momento de inspiración.
Con respecto a la música popular, he tocado en conjuntos de distintos géneros, música tropi- cal, música folclórica, de tango. Me he ido nutriendo con estos elementos, con esta gama de cosas tan distintas aunque unidas por la autenticidad. Tuve esa suerte. He procurado que cuando hago un género determinado, no pongo en juego ni hago aparecer ningún tipo de virtuosismo que pude haber aprendido en la música clásica o en la música pianística, sino ponerme al servicio de la obra y del género que estoy arreglando.
Horacio Salgán Noviembre de 2008